lunes, 2 de enero de 2017

En busca del Acorazado perfecto.



La historia gastronómica del Estado de Morelos identifica el origen del mítico Taco Acorazado en la estación del tren de Cuernavaca durante la Revolución a principios del siglo XX. Cuernavaca tierra de enfrentamientos brutales entre zapatistas y federales de todos colores desde los porfirianos, maderistas, seguidores de Huerta y Carranza. Cuernavaca sufrió un constante ataque a su línea ferroviaria que comunicaba con la Ciudad de México. Frente a esta situación los horarios de los trenes no podían definirse y mucha gente debía permanecer en la estación al acecho del arribo del ferrocarril. Aquellos que eran sorprendidos por el tren mientras almorzaban o comían no tenían otra solución que envolver el arroz y los guisos en tortillas y correr al andén para lograr abordar el tren. Esta modalidad de taco pronto se conoció como taco acorazado, o al menos eso dice la leyenda urbana en Morelos.
Cuando en alguna ocasión me contaron la historia y me advirtieron de lo sabroso del platillo, me propuse en alguno de los viajes a la capital de la eterna primavera buscar los famosos Tacos Acorazados. Con ayuda y complicidad de mi amigo César Nicolás nos dimos a la caza del acorazado perfecto o al menos de aquello que los morelenses presumen como antojo regional.
La primera parada, no fue un fracaso, fue peor. Unos tacos iguales a aquellos que los chilangos llamamos de guisado, una cama de arroz sobre la que se deposita una cucharada de un guiso a escoger por el comensal y san se acabó. Nada que ver con ese mítico alimento que, de un plato extendido, pasaba sin problema a una tortilla que se convertía en una especie de morralito para guardar el guisado, mientras aquel que engullía el taco se trepaba al estribo del tren a la carrera.
Tras la infructuosa incursión en la gastronomía de Morelos, decidí olvidar el asunto. Algunos meses después, en la mesa de unos familiares que llevan décadas siendo guayabos, que es el gentilicio coloquial de los habitantes de Cuernavaca, surgió el tema de los famosos Tacos Acorazados y se me brindó una dirección asegurándome que estos eran los mejores Tacos Acorazados de la ciudad. La dirección quedó apuntada.
La siguiente oportunidad que tuve de ir a la ciudad de la eterna primavera, volví a la carga en la búsqueda de los Acorazados perfectos ya con una dirección en la mano. El resultado fue traumante, los famosos tacos acorazados no estaban en esa dirección y a lo largo de la calle anotada no existía ningún establecimiento o carpa y menos una que anunciara los tan afamados tacos.
En la desesperación no quedó más que consultar con otro tragón y conocedor de Cuernavaca que por teléfono giró las instrucciones de dirigirnos a la entrada de la carretera federal que llega de la Ciudad de México y entrar en un establecimiento llamado Doña Seve, conforme a este amigo el lugar es el más famoso en cuanto a los tacos acorazados en la Ciudad de Cuernavaca.
Me encontré frente a un enorme taco de guisado, la única diferencia era que uno de estos enormes tacos es llamado medio Taco Acorazado. Lo que en realidad no significa nada si tomamos en cuenta que en la mayoría de puestos de la Ciudad de México el taco de guisado se sirve con dos tortillas, claro que existen quienes muy modosamente, sobre todo las mujeres que siempre pretenden estar a dieta se hacen dos tacos, mientras que los bárbaros citadinos preferimos atacar el taco con la coraza que le brinda la segunda tortilla e impide que esta, se rompa por la acción de los jugos y caldos del guiso.
 Conclusión: El taco acorazado es únicamente la forma en la que los morelenses han decidido llamarle al taco de guisado aludiendo a una nostálgica historia de la revolución, pero el taco ni contiene ingredientes comunes que hagan a todos los acorazados, acorazados. Cómo tampoco presentan una innovación real a la cultura del taco.
Alguien alegando en favor del Taco Acorazado decía; es que tiene una tortilla recién salida del comal. Eso también sucede con muchos de los tacos de guisado, aunque en ninguno de los casos es un factor determinante de ninguno de los dos.
En lo que a mí se refiere, la búsqueda del Taco Acorazado ha finalizado y prefiero buscar otros ejemplos de la gastronomía morelense si es que existe alguno.


imagen: morelosturistico.com

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